El deporte en la actualidad es un referente y un modelo para muchos jóvenes. Se puede decir que este contexto es un reflejo de la vida: fracasos, éxitos, aprendizaje, diferentes formas de comunicación, amistades, socialización …
Del mismo modo, hay que entender que los propios deportistas también ejercen una fuerte influencia sobre la población.
Por esta razón me pregunto:
Formulando la pregunta de esta manera se responsabiliza únicamente a los deportistas, por ello, mejor reformularla: ¿son conscientes los deportistas del grado de influencia que ejercen en la sociedad?
Así, la reflexión se centra, no solo en el futbolista, en el atleta o en el esquiador sino en todo lo que rodea al deportista.
Como se ha comentado anteriormente, la vida deportiva es una zona acotada donde se producen circunstancias que tienen, en muchas ocasiones, paralelismos con lo que ocurre en el día a día.
Por ello, cómo nos formamos, qué aprendemos, cómo afrontamos lo que ocurre es vital en lo que a deporte (y a la vida) se refiere.
Para mí existen dos tipos de formaciones :
Por una parte aquella formación que se centra en los resultados (dinero, número de patrocinadores,…) y, por otra, aquella que se centra en el aprendizaje, en el crecimiento, en los entrenamientos, en los valores que aporta la práctica de deporte en general, y la competición en particular.
Por esta razón, lo primero que hay que entender es qué es lo que debemos reforzar para que el deporte sume a nuestros jóvenes deportistas.
Por el contrario, los gritos, las “pataletas”, las faltas de respeto tanto a los compañeros como a los rivales, el “juego sucio”… son acciones que deben rechazarse de forma unánime.
Deberían serlo sin ninguna duda.
Sin embargo, en tiempos donde los refuerzos instantáneos, el éxito rápido y el individualismo son el pan de cada día es difícil ver a éstos como ejemplos a seguir, pero los hay.
Existen deportistas ( por ejemplo Daniel Lasure o Marta Cardona ) que aun contando con un público menor, sin grandes patrocinadores, ni contratos con muchos ceros hacen gala de lo que significa el deporte: lucha, trabajo, deportividad…
Ellos son ejemplos de que el talento sin esfuerzo no vale, que la suerte no aparece si no trabajas y que hay que caer muchas veces, porque ahí está el éxito.
En nuestra mano está hacer a los deportistas buenos ejemplos de conducta, modelos a seguir no sólo en el deporte sino en la vida.
¿Qué ejemplos eliges tú?
Elena Ferrer
Psicóloga Deportiva
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